Ya no puedo más

​

Soy de Brasil. Algunas mujeres brasileñas tenemos fama de ser muy calientes. Claro que las hay tímidas, pero igual son muy putitas si les conviene.

​

Yo si lo soy, ando muy cachonda todo el día. Por mi estuviese follando a cada rato y en todas partes, pero como no puedo, debo satisfacerme sola muchas veces. Gracias a Dios tengo un juguete que me ayuda...

​

No saben lo mojada que me pongo de solo pensar en sexo. Debo correr al baño y allí empezar a tocarme el coño.

​

Me veo en el espejo y mi rostro solo pide placer. 

​

Escondido tras unas cosas, en el mueble bajo el lavamanos, esta mi vibrador. No puedo esperar agacharme en el piso, terminar de desnudarme y ver mi vulva abultada pidiéndome que la acaricie y que la penetre.

​

Así que juego con mi clítoris y con fuerza me penetro hasta el fondo, metiendo y sacando el vibrador de entre mis labios vaginales, estimulando también mi ano con la puntica del vibrador. 

​

Me monto sobre la lavadora, que también esta en el baño, y allí separando mis nalgas puedo sentir el frio del metal en mi ano abierto. Penetro más duro y rápido mi vulva hasta acabar chorreándome entre las piernas, procurando no hacer mucho ruido.